
Aquel que sepa dibujar, dibuje la primera piedra. dibuje aves en su tiempo volador más seductor. dibuje una computadora. dibuje incendios. y bodas. y carreras de mulos. dibuje secretos de alcoba. dibuje a tantos otros como disguste a nosotros todos. y dibuje escenas de sexo con sabor termidoriano, a la luz de las velas, en la caverna desde la que se observan las estrellas.